Casa de labranza tradicional asturiana del siglo XVI construida en piedra y madera, rehabilitada con esmero para conseguir un ambiente acogedor y tranquilo.
La casa se encuentra en el interior de una antigua corrolada -amplio patio cerrado por un muro de piedra-, donde se puede tomar el sol o pasar la tarde a la sombra de un antiguo hórreo típico.
Desayuno continental estándar incluido
Aparcamiento privado y gratuito
Jardín con columpios y zona de juegos